Síntomas de la parálisis de Bell

Los siguientes son signos de esta afección: 

• Debilidad, espasmos o parálisis total de uno de los lados de la cara

• Párpado o boca caída, babeo por uno de los lados de la boca

• Dificultad para cerrar un ojo por completo y lagrimeo excesivo

• Los ruidos parecen ser más fuertes de lo habitual

• Zumbidos en uno o los dos oídos

• Cambio en la percepción de sabores

• Dolor alrededor de la mandíbula y detrás de la oreja

• Dolor en la cara o sensaciones anormales

• Dificultad para comer y beber

Cuándo acudir a la sala de emergencias

Hay afecciones, como un ataque cerebral, que pueden parecerse a la parálisis de Bell y que constituyen emergencias médicas. Busque atención médica de emergencia si nota debilidad facial o los músculos caídos. Aunque la parálisis de Bell puede resultar alarmante, la mayoría de los síntomas desaparecen en 2 o 3 meses. Las posibles complicaciones son la sequedad de la córnea, que provoca problemas de la vista, y daños permanentes en el nervio facial. Es importante que se haga estudios lo antes posible. La mayoría de las investigaciones han demostrado que los tratamientos que dieron resultados positivos comenzaron dentro de los primeros días de aparecidos los síntomas. 

Tratamiento

Para tratar la parálisis de Bell, puede que le den medicamentos esteroides. Eso ayuda a reducir la hinchazón del nervio afectado. En algunos casos, es posible que el proveedor de atención médica le recete un medicamento antiviral. Podrían cubrirle el ojo abierto con un parche, para evitar que se seque. Tal vez necesite también ponerse colirios y pomadas por un tiempo. También podrían prescribirle fisioterapia, masaje facial o acupuntura. El proveedor de atención médica conversará acerca de la atención de seguimiento con usted. Por ejemplo, sobre la posible necesidad de recibir tratamientos adicionales para que los músculos de la cara vuelvan a la normalidad.